
¿Quién no ha visto un artículo o reportaje sobre cuántos juguetes es recomendable regalar a los niños en estas fiestas? Este tipo de información nos aborda en casi todos los medios en esta época: televisión, redes sociales, revistas… Casi todos hablan de que el número mágico es el tres: tres regalos por niño, y ni uno más. La reacción que solemos tener ante esta información es que casi todos hemos recibidos más regalos, y no nos ha pasado nada. En el fondo nos parece exagerado. ¿Qué tiene esta información de verdad?
¿Por qué dices que regalar muchos juguetes a los niños es “malo”?
Lo primero que hay que aclarar: no es malo, pero si puede ser no beneficioso o menos beneficioso que si regalamos los juguetes “justos”.
La razón de que hablemos de un número limitado de juguetes, desde la psicología más científica, es porque la atención de los seres humanos es limitada, y es más pequeña cuánto más pequeños somos. Además, el umbral de atención también es más bajo cuánto más pequeños somos. Por eso, si en un momento concreto aparecen muchos estímulos nuevos con alta carga emocional, cómo son los regalos envueltos esperando a ser abiertos, mientras que toda la familia mira y corea “¡ábrelo!”, “¿a ver qué te han regalado?”, “¿te gusta?”, etc., la atención del niño se colapsa, no puede atender a todo. Además, el bajo umbral hace que también le sea imposible fijar la atención en un solo estímulo. Todo esto produce un sentimiento de incertidumbre, pues no sabe qué hacer, y de fracaso, ya que le cuesta terminar una acción y cumplir las expectativas de los adultos dentro de la secuencia “abrir, sorprenderse, ilusionarse, jugar”, que suele ser interrumpida por “¡ahora, abre este!”.
Al final ¿qué suele pasar? Que observamos la típica imagen del niño jugando con la caja, y no con el juguete nuevo. Lo nuevo genera estrés. Pero la caja, le es familiar, ha jugado con otras antes, y sabe cómo hacerlo, lo que le produce una emoción de satisfacción y bienestar.
Esta montaña rusa de emociones no significa que no hagamos regalos a niños pequeños, pero sí que gestionemos el número, el tipo, y las emociones expresadas en ese momento.
¿Es “tres” el número mágico?
No, no existe un número mágico. Depende de la edad del niño. Realmente, un niño en la etapa de juego simbólico no necesita más de 5 juguetes para poder jugar y variar de juego de forma completa. Pero actualmente tienen muchos más. Y no pasa nada.
Cómo hemos dicho antes, cuanto más pequeños, menos atención; por lo que es lógico que, cuanto más pequeños, menos regalos. Pero lo realmente importante es que sean menos regalos a la vez.
Para evitar todo lo que les produce no poder atender tantos regalos cómo el ambiente les exige, podemos seguir estas normas:
- Entregarles los regalos de uno en uno. Según los vaya pidiendo. Si se pone a jugar con uno, y no demanda abrir otro en ese momento, no debemos presionarle para que lo abra. Lo dejaremos dentro de su espacio de juego, a su disponibilidad para que lo abra cuando quiera.
- No jalearle ni presionarle con frases cómo “¡Ábrelo!”, “mira lo que te ha traído el abuelo, el tío…”, “¿no quieres abrir tu regalo?”.
- Participar en el juego con él.